Cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia...

martes, 15 de octubre de 2013

Never let me go.~

El susurro de tu voz sobre mi oído eriza mi piel y me pone en alerta. Es cuando siento tu mano bajar desde mi hombro hasta el codo suavemente. Me doy vuelta y desapareces.
Corro a buscarte por todas las habitaciones, pero aquí no hay nadie. Sin embargo, las sabanas están todas revueltas, y tu perfume envuelve todo el ambiente.
Salto de la cocina al living, y de allí al altillo, pero no te encuentro. Salgo al jardín y la hamaca que aun se mueve hace que me acerque lentamente. La brisa que trae tu perfume se siente más fuerte y aunque miro por doquier no te logro ver.
Me paro cerca del ciruelo que se encuentra al final del camino; hay una carta. La recojo y la abro, pero está en blanco. Intento examinarla, aunque sea el remitente debe decir algo... Y apareces por detrás mío. Me rozas el brazo y sigues caminando mirándome de soslayo. ¿me estás invitando a seguirte? No sé qué hacer, pero camino.
Te paras en un umbral repleto de árboles que nos envuelve y nos acerca. La luz que traspasa los árboles forma una estela brillante que rodea nuestro andar. Me acerco a ti y me pierdo en tus ojos. Levantas la mano para acariciarme la cara y proseguir por el resto de mi cuerpo.
Cierro los ojos y siento todo tu ritual cómo mágico.


Y sentir cómo tus labios presionan los míos y el mundo se acaba en ti, es lo que vale en mi.



Never let me go, never let me go.~

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