Y me creí una historia que no era la mía, que no era la nuestra...
Voy pisando las hojas secas del otoño, oyendo el crujido que hace cada una al pasar. El viento que corre, me acaricia las mejillas y yo solo escucho su susurrar. Me relajo mientras pienso. Mientras te hago a cada centímetro mio. Y pensar ¿qué hubiera pasado? ¿este sería nuestro destino? ¿el resultado hubiera sido el mismo? entiendo que todavía no estés preparado, que nunca pensaste en cruzarme, ni en cruzarnos. ¿Alguna vez pensaste en que hubiera pasado si te entregabas? ¿si confiabas en mi?
Siempre me imagino como un trapecista logra mantener el equilibrio sin ayuda de nadie en las alturas. Y ahí estamos todos, intentando hacer equilibrio y no caernos a lo largo de la trayectoria. Para algunos las caídas son muy fuertes y no quieren volver a intentarlo, les toman tiempo volver. A veces el miedo es muy fuerte.
‘‘El miedo hiere más que las espadas’’
Hace un par de meses mi caída fue muy grande, quise resistirme, pero este amor a la adrenalina me hace volver a intentarlo una y otra vez. Estoy segura que algún día lo lograré.
Mientras tanto, cierro los ojos y bailo al ritmo de la música imaginaria, la vida es solo eso y estás aquí para disfrutarla. Cada tropezón es un nuevo empuje para superarme y salir adelante. la vida me regaló miles de cosas, miles de oportunidades. ya no hay que perder tiempo.
Si nos ponemos mal por ese problema que nos atormenta, nos olvidamos por un rato de lo maravilloso del resto de las cosas. como ver la sonrisa de un nene al jugar, una pareja besándose en la plaza, un pareja de ancianos de la mano mientras toman un café, un mensajito, una llamada de un amigo/a que no veíamos hace mucho. Un paisaje que no habíamos visto antes, gente que nos cuentas historias asombrosas, un mate con la empleada de ese lugar y con la que nunca antes nos detuvimos a hablar, personas bailando o entreteniendo a otras en un lugar público. sonrisas por doquier. los regalos son grandes.
Si nos ponemos mal por ese problema que nos atormenta, nos olvidamos por un rato de lo maravilloso del resto de las cosas. como ver la sonrisa de un nene al jugar, una pareja besándose en la plaza, un pareja de ancianos de la mano mientras toman un café, un mensajito, una llamada de un amigo/a que no veíamos hace mucho. Un paisaje que no habíamos visto antes, gente que nos cuentas historias asombrosas, un mate con la empleada de ese lugar y con la que nunca antes nos detuvimos a hablar, personas bailando o entreteniendo a otras en un lugar público. sonrisas por doquier. los regalos son grandes.
‘‘A cada instante pasa algo maravilloso, solo hay que aprender a mirar’’
Es ahí cuando abro los ojos espejados, y encuentro la luz.-
''Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio'' Cortazar.-
